UTA definió fecha para el paro si empresas no pagan sueldos

UTA definió fecha para el paro si empresas no pagan sueldos

La Unión Tranviarios Automotor (UTA) advirtió que decretará un paro inmediato si las empresas de transporte no depositan los salarios completos el cuarto día hábil, en el marco del conflicto por los subsidios atrasados y el creciente malestar entre trabajadores y empresarios.

El secretario de Prensa de la UTA, Mario Caligari, confirmó el ultimátum y señaló que, ante el incumplimiento en cada empresa que no abone la totalidad de los sueldos el cuarto día hábil, el gremio procederá a parar el servicio en esa firma.

Caligari responsabilizó directamente a las cámaras empresarias por la situación y cuestionó su actitud frente a la negociación salarial: “Si fuese por los empresarios, nosotros tendríamos que pagar para trabajar”, afirmó, al tiempo que criticó lo que describió como una postura recurrente de reclamo por parte de los empleadores.

El conflicto se enmarca en una profunda tensión financiera del sector de transporte urbano de pasajeros, donde las empresas sostienen que sufren demoras en el desembolso de subsidios por parte del gobierno nacional.

Frente a esa situación, algunas empresas propusieron pagar el aguinaldo en seis cuotas y abonar los sueldos en dos tramos, una oferta que la UTA rechazó de plano, insistiendo en la necesidad de recibir el pago íntegro y en tiempo.

Según las cámaras empresarias, la crisis no es nueva: el sector arrastra dificultades desde hace aproximadamente diez años y la situación se agravó desde mediados de 2022, cuando la inflación se aceleró de forma sostenida.

Las fuentes empresariales sostienen que los ingresos dependen tanto de las tarifas pagadas por los usuarios como de las compensaciones estatales, y que los costos reales operativos están cerca de un 30% por encima de la tarifa técnica reconocida por la Secretaría de Transporte.

Ese desfasaje entre costos y tarifas genera pérdidas recurrentes y un deterioro progresivo del servicio, según el diagnóstico de las empresas, que argumentan que sin una recomposición o asistencia oportuna resulta inviable mantener la operación sin ajustes.

La UTA, por su parte, subraya que no aceptará pagos fraccionados bajo ninguna circunstancia y que activará el paro en cada compañía que incumpla el pago completo el cuarto día hábil, lo que podría traducirse en una paralización masiva del transporte.

Los pasajeros siguen expectantes ante la posibilidad de interrupciones, dado que el paro puntual en varias firmas podría derivar en un efecto dominó y en un paro de alcance nacional en cuestión de horas.

Por ahora, el conflicto permanece abierto y sin señales de una pronta resolución entre las partes involucradas: gremios, empresas y el gobierno nacional deben definir medidas concretas para evitar una crisis de movilidad.

En las negociaciones, la puntualidad en el pago de salarios y la liberación de subsidios aparecen como los ejes centrales para desactivar el conflicto y garantizar la continuidad del servicio público.

Tanto la UTA como las cámaras reclaman respuestas claras y tiempos precisos para los desembolsos, en un contexto donde la inflación y los costos operativos presionan las finanzas del sistema.

Si no se logra un acuerdo inmediato, el calendario laboral marcará el ritmo: el cuarto día hábil se transformó en la fecha límite fijada por el sindicato para evaluar el cumplimiento de los pagos.

La definición del gremio intensifica la presión sobre las empresas y el gobierno, que deberán actuar con rapidez para evitar que la protesta sindical impacte severamente en millones de usuarios que dependen del transporte urbano.

Mientras tanto, los trabajadores del sector permanecen en alerta y las autoridades sectoriales monitorean la situación, sin que hasta el momento se haya anunciado un plan alternativo que garantice la prestación del servicio en caso de conflicto.

La disputa pone en evidencia la fragilidad financiera del sistema de transporte público y la necesidad de acuerdos urgentes entre el Estado, los empresarios y los sindicatos para sostener tarifas, subsidios y salarios.