PIB creció 0,5% en septiembre y evitó la recesión, según datos del INE
La economía argentina creció 0,5% en septiembre según el EMAE del INDEC, un dato que cortó la racha negativa y permitió evitar caer en recesión técnica, al dejar el promedio del tercer trimestre 0,5% por encima del período abril-junio.
El Estimador Mensual de Actividad Económica mostró así la tercera suba mensual consecutiva, confirmando señales de recuperación durante septiembre.
Además de reportar el avance mensual, el INDEC revisó al alza los registros de julio y agosto, que en estimaciones preliminares habían sido informados como caídas.
Con estas correcciones, la serie desestacionalizada alcanzó su nivel más alto desde 2018, un hito que difiere de los pronósticos de algunas consultoras privadas.
Firmas como Orlando Ferreres & Asociados y Equilibra habían proyectado una contracción mensual y la entrada en recesión, escenarios que finalmente no se verificaron en las cifras oficiales.
En la comparación interanual, el EMAE exhibió un crecimiento del 5%, impulsado por sectores que mostraron expansiones robustas frente a septiembre del año pasado.
La intermediación financiera lideró el incremento con un salto de 39,7%, seguida por la pesca, que registró una suba extraordinaria del 58,2%.
También contribuyeron al crecimiento la explotación de petróleo y minería, con un avance del 8%, y las actividades inmobiliarias, que crecieron 5% interanual.
El comercio aumentó 2,2% en términos interanuales, mientras que la construcción avanzó 4,3%, aportando a la recuperación trimestral.
Por el contrario, algunos rubros presentaron retrocesos: la industria manufacturera cayó 1% interanual y la administración pública registró una disminución de 0,7%.
El resultado deja un panorama heterogéneo, con sectores dinámicos que compensaron a los que tuvieron desempeño negativo.
El repunte de septiembre consolidó un tercer trimestre con variaciones positivas y borró el riesgo inmediato de una recesión técnica.
No obstante, los analistas advierten que la continuidad del crecimiento dependerá del desempeño de los sectores más activos y de la evolución del consumo y la inversión.
La serie desestacionalizada en su nivel más alto en seis años es un dato favorable, pero la sostenibilidad de la tendencia enfrenta un escenario macroeconómico volátil.
La disparidad entre sectores señala que la recuperación no es uniforme, lo que plantea desafíos para la política económica y el diseño de medidas que impulsen la actividad de manera más amplia.
En lo inmediato, la economía estará sujeta a la incidencia de factores externos e internos que pueden afectar tanto la demanda como la oferta.
El dato de septiembre, mejor de lo estimado por parte del mercado, ofrece un respiro pero no elimina la incertidumbre sobre el cierre del año.
Mantener la dinámica de crecimiento requerirá seguimiento de la inversión, la confianza empresaria y la evolución del consumo doméstico.
Las revisiones estadísticas del INDEC también muestran la importancia de esperar los datos definitivos para evaluar la trayectoria real de la actividad económica.
En síntesis, septiembre aportó un alivio estadístico y permitió evitar la recesión técnica, pero la recuperación aparece todavía condicionada por la heterogeneidad sectorial y la volatilidad macroeconómica.
