Seis nuevos diáconos permanentes para la Iglesia en el conurbano sur
Seis nuevos diáconos permanentes fueron ordenados en el conurbano sur, en dos ceremonias celebradas en las diócesis de Avellaneda–Lanús y Lomas de Zamora.
En Lanús Este, la parroquia Sagrado Corazón de Jesús fue el escenario de la ordenación de cuatro candidatos al diaconado permanente.
Los nuevos diáconos son Daniel Cáseres, Néstor Gérez, Walter Michel y Gabriel Minichiello.
La misa fue presidida por el obispo diocesano Marcelo Margni, quien presidió la celebración y ejerció la imposición de manos.
Acompañaron a los ordenandos sus esposas, familias, sacerdotes, diáconos y numerosos fieles de distintas comunidades de la diócesis.
En su homilía, Margni recordó que el diaconado es ante todo un ministerio de servicio, inspirado en la figura de Jesús servidor: “no vino a ser servido, sino a servir”.
Tomando como referencia el llamado de los levitas en el libro de los Números, el obispo destacó tres rasgos esenciales del servicio diaconal.
Primero, ser servidores disponibles para las necesidades de la comunidad.
Segundo, ser puentes que conducen al encuentro con Dios.
Tercero, custodiar lo sagrado en la vida de la Iglesia y en los sacramentos.
El obispo dirigió un agradecimiento especial a las familias, señalando que el hogar es el primer lugar donde se aprende y se ejerce el servicio evangélico.
“La Iglesia no espera funcionarios, sino testigos del Evangelio que sirvan con alegría y transmitan paz a su comunidad”, afirmó Margni durante la celebración.
Además, exhortó a los nuevos diáconos a vivir en comunión con el obispo, con los sacerdotes y con el pueblo que se les confía.
Les pidió mantener siempre un corazón orante y fraterno, sosteniendo la unidad pastoral en sus comunidades.
Al finalizar la ceremonia se anunciaron los destinos pastorales establecidos por monseñor Margni.
Néstor Gérez fue asignado a la parroquia Santa Inés, de Lanús Este.
Walter Michel quedó destinado en la parroquia Nuestra Señora de los Trabajadores, en Villa Caraza.
Gabriel Minichiello continuará su servicio en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Lanús Este.
Daniel Cáseres fue enviado a la parroquia San Juan María Vianney, de Monte Chingolo.
En Lomas de Zamora tuvo lugar otra ordenación de diáconos permanentes, esta vez en la catedral Nuestra Señora de la Paz.
El obispo Jorge Lugones impuso las manos y oró por los nuevos ministros: Juan Pablo Mora y Lorenzo Barros.
Juan Pablo Mora pertenece a la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Monte Grande.
Lorenzo Barros proviene de la parroquia Cristo Rey, en Guernica.
Concelebraron la misa el obispo auxiliar Fernando Rodríguez; el rector del Seminario De la Santa Cruz, presbítero Andrés Vallejos; y el vicario general, presbítero Hugo Barrios, entre otros sacerdotes.
En su homilía, monseñor Lugones llamó a los ordenados a ser “testigos, servidores de la comunión en la Iglesia”.
Les pidió, además, que en medio de los conflictos que puedan surgir en las comunidades sean capaces de vivir la comunión y animar a otros a valorarla.
Las dos celebraciones subrayaron el carácter pastoral y comunitario del diaconado permanente y confirmaron el compromiso de las diócesis del conurbano sur con el servicio y la cercanía a las comunidades.
