Ezeiza: peritan drenaje del agua usada en incendio del Polo Industrial
La Justicia investiga el drenaje del agua usada para apagar el incendio en el Polo Industrial de Ezeiza ante la sospecha de posible contaminación ambiental.
La fiscal Florencia Belloc y el secretario Federico Ricart ordenaron de manera urgente a la Policía Ecológica de la Provincia de Buenos Aires peritar hacia dónde se evacuó el agua empleada por los bomberos para contener las llamas.
Desde la UFI Nº1 de Ezeiza informaron que se busca trazar el recorrido del líquido utilizado por las distintas dotaciones que intervinieron en el siniestro, ante la hipótesis de que pueda contener sustancias contaminantes.
Además de seguir el trazado del drenaje, los investigadores solicitaron el análisis de los residuos y restos de material que quedaron en el predio afectado.
El incendio se inició alrededor de las 20.30 del viernes en uno de los depósitos de la empresa Logischem S.A., dedicada al almacenamiento de sustancias peligrosas en el Polo Industrial de Ezeiza.
En el depósito se almacenaban oxidantes, corrosivos y compuestos tóxicos que pueden reaccionar con el agua y liberar gases peligrosos, entre ellos fósforo sólido, aluminio, cianuro, hidrosulfito de sodio y aluminio metálico.
Una línea de investigación central apunta a esclarecer si la manipulación y el almacenamiento de esos productos cumplían con las normas de seguridad correspondientes.
Los riesgos que se evalúan incluyen incendios de gran intensidad, incompatibilidades químicas severas y reacciones peligrosas derivadas de la mezcla o el contacto con agua.
La Dirección Ecológica y de Sustancias Peligrosas de la Policía bonaerense realizó mediciones de calidad del aire en puntos ubicados entre 50 y 400 metros del foco ígneo, en dirección a la Autopista Ezeiza–Cañuelas.
Según el informe preliminar citado por fuentes judiciales, los valores registrados fueron considerados normales en forma parcial, aunque el monitoreo queda pendiente hasta que la zona esté segura para completar las pericias.
Las autoridades destacaron que las condiciones del viento durante el siniestro fueron favorables, factor que habría limitado la dispersión de contaminantes, pero insistieron en la necesidad de análisis complementarios.
En cuanto a las consecuencias para la población, la información oficial señala que no hubo víctimas fatales.
Al menos una veintena de personas resultaron heridas con distintos grados de gravedad, entre ellas un directivo de la empresa que sufrió un infarto y una mujer embarazada que fue atendida.
Por la magnitud del episodio, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires activó el código rojo, un protocolo que alerta a hospitales y clínicas sobre la posible llegada de pacientes afectados por explosiones o incendios de alto riesgo.
Centros de salud de zonas cercanas, especialmente en Canning y Monte Grande, estuvieron en estado de alerta para recibir pacientes y coordinar la atención de urgencia.
Mientras avanzan las pericias judiciales y policíacas, los operativos se concentran en asegurar el predio, recolectar muestras del agua y los residuos y determinar si existió contaminación del suelo o cursos de agua cercanos.
Los próximos pasos incluyen análisis de laboratorio sobre el agua drenada y los materiales recuperados, además de la evaluación de la responsabilidad en el almacenamiento y manejo de las sustancias peligrosas.
La causa seguirá bajo seguimiento de la UFI Nº1 de Ezeiza hasta que las pericias técnicas aporten datos concluyentes sobre la magnitud ambiental y las posibles responsabilidades.
