Almirante Brown: siamesas separadas que brillan en deporte adaptado
Jazmín y Ludmila Soria, nacidas siamesas en Almirante Brown y separadas en una operación de alto riesgo en el Hospital Garrahan cuando tenían cinco meses, hoy son un ejemplo de superación y ocupan un lugar destacado en el deporte adaptado nacional e internacional.
La historia de las hermanas, que conmovió a la comunidad el 29 de julio de 2009, evidencia cómo la rehabilitación y el deporte pueden transformar vidas.
Su madre, María Buzatto, recordó que el embarazo fue catalogado de alto riesgo y que los médicos advirtieron la gravedad del caso: en la decisión de separar a las niñas primó la necesidad de salvarlas, aunque la recuperación implicó complicaciones.
A pesar de años de internaciones y múltiples cirugías, ambas lograron recuperarse y avanzar hacia una vida plena.
Desde pequeñas, las Soria enfrentaron largos procesos médicos, pero con el tiempo se fortalecieron física y emocionalmente.
“Hoy están fuertes y felices. Nunca imaginé que mis hijas iban a estar donde están”, dijo su madre, destacando la determinación de las adolescentes.
El deporte adaptado irrumpió en sus vidas cuando tenían nueve años, al comenzar a entrenar en el Polideportivo de Almirante Brown, en Ministro Rivadavia.
Jazmín optó por el básquet en silla de ruedas, mientras Ludmila se volcó a las bochas adaptadas, iniciándose primero en actividades recreativas que terminaron siendo centrales en su día a día.
La práctica deportiva les permitió reducir algunas terapias y fortaleció su autoestima, según relatan ellas mismas.
Participaron en torneos bonaerenses, los Juegos Evita y los Juegos Jadar, viajando a distintas provincias y ganando experiencia competitiva.
Además del avance físico, el deporte fue clave para afrontar el acoso escolar.
Ludmila explicó que integrarse al equipo de bochas la ayudó a socializar y superar el bullying que sufrió en la escuela, donde le impedían incluso subir la rampa.
Hoy las hermanas no solo representan a Almirante Brown, sino también a la Argentina en competencias internacionales.
Jazmín formó parte recientemente de la selección nacional juvenil y viajó a Chile para competir en los Juegos Parapanamericanos Juveniles, obteniendo una medalla de bronce en básquet adaptado.
Regresó al país el pasado 7 de noviembre, en un logro que emocionó a su familia.
La madre, emocionada, afirmó que verlas competir y volver con medallas es motivo de orgullo y una muestra de que “se puede”.
Ambas combinan el entrenamiento con los estudios y aspiran a llevar adelante proyectos que integren el deporte en su vida cotidiana.
Sin embargo, la familia enfrenta una dificultad concreta: Jazmín necesita urgentemente una silla de ruedas nueva.
La actual se deteriora y el joystick funciona de forma intermitente, lo que limita su autonomía.
En enero tramitaron una reposición ante la obra social, que aún no autorizó el pedido, y los padres iniciaron acciones legales que pueden demorar la entrega.
Ante esa situación, la familia solicitó ayuda solidaria para reponer el joystick o colaborar con una nueva silla.
Quienes deseen colaborar o difundir el pedido pueden hacerlo al alias soria.soria22, a nombre de Gastón Alberto Soria, padre de las chicas.
Las hermanas Soria siguen entrenando y estudiando, aprovechando cada día y demostrando con su historia que el deporte adaptado y la resiliencia pueden abrir caminos hacia una vida activa e independiente.
