Día Mundial de la Diabetes: hallazgo argentino protegería el páncreas

Día Mundial de la Diabetes: hallazgo argentino protegería el páncreas

En el Día Mundial de la Diabetes, un hallazgo argentino sugiere que dosis bajas de la molécula inflamatoria interleuquina-1 beta podrían reforzar y proteger a las células beta del páncreas, responsables de producir insulina, abriendo nuevas posibilidades para la prevención y el tratamiento de la enfermedad.

La investigación, desarrollada por el Laboratorio de Inmuno-Endocrinología, Diabetes y Metabolismo del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional (IIMT) —dependiente del Conicet y la Universidad Austral—, analizó el efecto de distintas concentraciones de interleuquina-1 beta sobre las células beta pancreáticas.

Los científicos constataron que una exposición a bajas dosis de IL-1β fortalece las defensas de estas células, mientras que niveles elevados desencadenan su muerte y favorecen el deterioro, un proceso ligado al desarrollo de la diabetes.

La interleuquina-1 beta es una molécula clave del sistema inmunológico, involucrada en respuestas como la fiebre y la defensa frente a virus y bacterias, y ahora centra la atención por su papel dual en la salud de las células productoras de insulina.

La diabetes es una de las enfermedades metabólicas más difundidas a nivel global y se manifiesta cuando el organismo produce poca insulina o no la utiliza eficazmente.

En la diabetes tipo 1 la producción de insulina es prácticamente nula, mientras que en la tipo 2 existe una resistencia a la acción de esta hormona, razones por las cuales cualquier avance en la protección de las células beta es relevante.

Según la Federación Internacional de Diabetes, en Argentina había 4,3 millones de personas con diabetes en 2024, cifra que podría crecer hasta 5,9 millones en 2050 si no se toman medidas efectivas de prevención y tratamiento.

A nivel mundial, más de 500 millones de personas viven con algún tipo de diabetes, lo que convierte cada descubrimiento científico en un aporte significativo para la salud pública.

El equipo del IIMT subraya que el deterioro de las células beta no ocurre de forma instantánea, sino que es un proceso progresivo que puede acelerarse o ralentizarse según distintos factores.

Entender cómo pequeñas cantidades de interleuquina-1 beta refuerzan la resistencia de estas células podría traducirse, en el futuro, en herramientas para frenar su desgaste o para intervenir cuando el daño ya está avanzado.

Marcelo Perone, investigador del Conicet y director del IIMT, indicó que este hallazgo podría aplicar a ambos tipos de diabetes porque aporta conocimientos sobre la dinámica del deterioro de las células beta y su posible manipulación terapéutica.

El estudio plantea una visión más matizada de la interleuquina-1 beta: no solo como un mediador inflamatorio perjudicial, sino también como un modulador que, en dosis apropiadas, promueve la supervivencia celular.

Los resultados refuerzan la importancia de investigar las vías inmunológicas que afectan al páncreas y de buscar estrategias que equilibren la respuesta inflamatoria sin eliminar sus funciones protectoras.

Aunque aún se requieren más estudios para trasladar estos hallazgos al ámbito clínico, la investigación argentina suma un aporte relevante en la búsqueda de tratamientos que preserven la función secretora de insulina.

La posibilidad de usar señales inmunes como herramientas terapéuticas abre un campo prometedor para la prevención primaria y secundaria de la diabetes, así como para la mejora de la calidad de vida de quienes ya conviven con la enfermedad.

Frente al creciente número de casos a nivel nacional e internacional, este tipo de avances subrayan la necesidad de combinar investigación biomédica, políticas de salud pública y programas de detección temprana.

La comunidad científica continuará evaluando dosis, mecanismos de acción y seguridad antes de proponer aplicaciones clínicas, pero el descubrimiento marca un paso importante hacia estrategias más precisas contra la diabetes.

En resumen, el hallazgo sobre la interleuquina-1 beta ofrece una nueva perspectiva sobre cómo proteger las células beta del páncreas y podría, en el futuro, contribuir a tratamientos que eviten el avance de la diabetes o mitiguen su impacto.