CGT pide discutir toda la reforma laboral y plantea debate abierto

CGT pide discutir toda la reforma laboral y plantea debate abierto

La CGT reclama un diálogo tripartito para debatir la reforma laboral y exige que la discusión incluya el reparto de ganancias, en un llamado que combina advertencia y propuesta sindical ante el nuevo ciclo legislativo.

La exhortación fue formulada por dirigentes de la Confederación General del Trabajo tras la renovación de sus autoridades, que colocó a nuevas voces en la conducción central.

Cristian Jerónimo, secretario general del Sindicato del Vidrio y uno de los tres flamantes secretarios generales de la CGT, expuso la posición de la central respecto del proyecto que impulsa el Gobierno y que será tratado en el Congreso.

Jerónimo admitió que no existe aún una iniciativa formal presentada por el Ejecutivo y que la información circula como “trascendidos” en los medios y entre actores sociales.

Aun así, advirtió que la CGT rechazará de plano cualquier propuesta que implique retrocesos en derechos laborales ya consolidados.

En particular, afirmó que no tolerarán medidas que afecten los convenios colectivos de trabajo ni que vulneren “los derechos adquiridos” de los trabajadores.

Desde la central sindical reclamaron la apertura de un ámbito de negociación tripartito, con la participación del Gobierno, los trabajadores y los empleadores, para discutir la reforma laboral en forma integral.

“Si quieren discutir, discutamos todo”, planteó Jerónimo, proponiendo que la mesa incluya no solo cambios normativos sino también la discusión sobre el reparto de utilidades entre trabajadores y empresas.

Para la CGT, la discusión debe orientarse a ampliar derechos laborales, no a recortarlos, y a integrar reclamos sobre salarios, condiciones de empleo y participación en las ganancias.

El dirigente vinculó el debate laboral con el contexto económico: sostuvo que el problema central no es una supuesta necesidad de reforma laboral sino la profunda recesión que atraviesa la actividad económica.

Según Jerónimo, la parálisis de la producción y la caída del mercado interno dificultan la generación de consumo y la recuperación del empleo formal.

También puso el foco en las paritarias “pisadas”: dijo que si las negociaciones salariales conceden aumentos del 1% mientras los índices de precios suben 2,4% o 2,8% —y el precio de la carne se incrementa hasta 10%— no hay forma de recomponer el poder adquisitivo.

La CGT calculó además la pérdida de más de 230.000 puestos de trabajo en el último año y el cierre de alrededor de 10.000 Pymes, datos que el sindicato utiliza para sostener su reclamo de medidas económicas urgentes.

Como parte de la agenda que propone llevar a la mesa tripartita, la central planteó discutir una reforma impositiva que alivie la presión sobre las empresas y favorezca la creación de empleo.

Además, insistió en la necesidad de mejorar la infraestructura y las condiciones productivas para atraer inversiones y relocalizar industrias en el interior del país.

La postura de la CGT combina una advertencia política —la negativa a aceptar retrocesos laborales— con una propuesta más amplia que vincula derechos, salarios y políticas públicas para reactivar la economía.

El llamado a un diálogo amplio y tripartito marca la intención de la central de condicionar cualquier reforma laboral a una negociación que contemple también reparto de ganancias y medidas para proteger el empleo.