Paro de colectivos en la zona sur: choferes reclaman falta de pago

Paro de colectivos en la zona sur: choferes reclaman falta de pago

Desde la madrugada de este viernes, un paro de colectivos en la zona sur del conurbano bonaerense dejó a miles de usuarios sin servicio por falta de pago a los choferes.
La medida afecta a nueve líneas operadas por el grupo MOQSA y fue dispuesta por tiempo indeterminado.
Entre las rutas afectadas figuran las líneas 22, 148, 159, 219, 300, 372, 584, 603 y 619.
Micro Ómnibus Quilmes S.A. (MOQSA) confirmó el cese de actividades y señaló que responde a “la falta de pago de haberes”.
Los conductores de la línea 22 denunciaron públicamente que aún no cobraron sus salarios correspondientes.
Desde la empresa advirtieron que los retrasos en los pagos se deben a la falta de transferencia de los subsidios nacionales.
Ese faltante en los fondos habría impedido abonar los sueldos a tiempo, según la versión empresarial.
En paralelo, en Florencio Varela la compañía El Nuevo Halcón también mantiene una medida de fuerza.
En el caso de El Nuevo Halcón, los choferes concentran sus reclamos en mejoras salariales.
Hasta el momento, no se informó la apertura de una instancia de conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo bonaerense.
La ausencia de una intervención oficial agrava la incertidumbre sobre la duración del paro en el sur del conurbano.
La huelga provocó importantes trastornos en la movilidad cotidiana de la región metropolitana.
Miles de pasajeros debieron buscar alternativas de transporte durante la mañana y parte del día.
Muchos usuarios optaron por las líneas de trenes como vía alternativa para llegar a sus destinos.
Otras personas recurrieron a colectivos de líneas no afectadas y a aplicaciones de movilidad.
La demanda por servicios alternativos generó demoras y un aumento de los costos para los pasajeros.
Comerciantes y trabajadores de la zona denunciaron pérdidas de tiempo y complicaciones en sus actividades.
Vecinos se quejaron en redes sociales por la falta de información oficial y por la espera en las paradas.
Representantes gremiales reclamaron el pago inmediato de salarios adeudados y el cumplimiento de obligaciones patronales.
Por su parte, las empresas remarcaron que dependen del flujo de subsidios para sostener el servicio y pagar sueldos.
El conflicto pone en evidencia la tensión entre las responsabilidades del Estado y la operatoria privada del transporte público.
Especialistas en movilidad advierten que la situación puede prolongarse si no hay una solución financiera urgente.
Mientras tanto, los pasajeros siguen sufriendo la reducción de frecuencias y la irregularidad del servicio.
La negociación entre las partes y la posible intervención del Ministerio de Trabajo serán claves para resolver el paro.
Hasta que no se registre un giro de fondos o un acuerdo salarial, la prestación del servicio seguirá comprometida.
Las autoridades locales y las empresas deberán precisar plazos y mecanismos para normalizar el transporte en la zona sur.
La incertidumbre persiste y los usuarios reclaman respuestas concretas para garantizar la continuidad del servicio.