Mazzaferri: quinto puesto histórico afianza a la Selección de handball
La Selección Argentina de handball cadetes alcanzó un histórico quinto puesto en el Mundial que se disputó en Marruecos, con una destacada actuación del arquero Nehuén Mazzaferri. El juvenil oriundo de 9 de Abril y guardameta de SAG Almirante Brown fue una de las figuras argentinas y valoró tanto el rendimiento colectivo como su crecimiento personal en un torneo de primer nivel.
Mazzaferri reconoció que la competencia le permitió mejorar aspectos que antes no consideraba y que sólo se aprenden en certámenes de esta talla. “Realmente siento que maduré muchísimo”, dijo en diálogo con El Diario Sur, tras aprovechar la oportunidad que le dio el torneo para demostrar la jerarquía que mostró durante la temporada en Burzaco.
El equipo dirigido por Eduardo Gallardo y Pablo Robledo tuvo una actuación notable: su único traspié fue ante Alemania en la fase de grupos, resultado que les impidió acceder a las semifinales. Aun así, el rendimiento albiceleste fue sostenido y la quinta colocación se convirtió en la segunda mejor actuación del handball argentino bajo techo, detrás del cuarto puesto obtenido en el Mundial Juvenil 2007 en Bahréin, también con Gallardo al frente.
En la primera fase, Argentina venció a Puerto Rico e Irán; en la reclasificación superó a Estados Unidos y, en el clásico sudamericano, a Brasil. Precisamente antes de ese cruce, Mazzaferri declaró al streaming del medio su deseo de enfrentar a los brasileños para dirimir quién era el mejor del continente, y finalmente los Gladiadores se llevaron el duelo. “El grupo me pareció increíble; fue mucha la energía que nos transmitimos entre nosotros, los alientos. Claramente nos pudimos consolidar como un equipo muy fuerte y que siempre va para adelante. Siento que como equipo también crecimos gracias a este torneo”, afirmó.
En lo personal, el arquero se mostró satisfecho por su aporte: “Cumplí mis expectativas, porque en el tiempo que me tocó entrar lo di todo para aportar mi cuota al equipo”, explicó, al tiempo que remarcó su rol como alternativa del arquero Francisco Pérez, una de las figuras del torneo.
A su regreso a Argentina, Mazzaferri celebró el recibimiento de su familia y del club. Contó que su casa estaba decorada con celeste y blanco y que vecinos fueron a felicitarlo; además, sus compañeros y allegados del club lo abrazaron y le hicieron un reconocimiento por su participación en el Mundial. “Los chicos minis me hicieron cartas y dibujos que me emocionaron”, concluyó.
