Independiente Rivadavia reza a un duende como cábala en Copa Argentina

Independiente Rivadavia reza a un duende como cábala en Copa Argentina

Independiente Rivadavia vuelve a confiar en su duende: la insólita cábala que acompaña al club en la Copa Argentina

A días de la final de la Copa Argentina contra Argentinos, los hinchas de Independiente Rivadavia inundaron las redes con la imagen del tradicional duende azul y blanco, un amuleto que se ha convertido en cábala para el club mendocino. La figura —con el escudo de CSIR en el pecho— aparece antes de los partidos decisivos para «traer suerte» y sumar apoyos virtuales bajo etiquetas como #NuevaFotoDePerfil.

La historia del pequeño elfo se remonta a 2005, cuando Daniel Vila asumió su primer mandato como presidente y los gnomos comenzaron a aparecer distribuidos alrededor del estadio. Con esos amuletos presentes, el equipo logró el ascenso en la temporada 2006-07, consagrándose campeón del Apertura y subiendo a la Primera B Nacional.

Tras 16 años en la segunda categoría, la Lepra volvió a recurrir a la tradición del duende en su campaña más reciente: integró la Zona B y finalizó primera entre 18 equipos. Para alcanzar la final debió superar un escollo clave, el clásico frente a Deportivo Maipú, y antes de la final ante Almirante Brown repitió el ritual que ya había acompañado al club en otros momentos decisivos.

Desde entonces, la circulación del amuleto por las redes sociales se consolidó como una costumbre antes de cada compromiso importante. La cábala solo falló una vez: la eliminación en octavos de final del Apertura contra Independiente de Avellaneda, con un gol de Santiago Montiel, generó críticas de algunos hinchas que atribuyeron al duende la mala racha posterior.

Aunque la tradición llegó a tambalear, recobró fuerza en las semifinales de la Copa Argentina ante River, donde el duende reapareció en las redes y las tribunas virtuales. Ahora, en la antesala del partido más importante de su historia, los Leprosos vuelven a implorarle a la figura de cerámica la mayor alegría posible: la primera estrella en la Copa Argentina.