Corrió en tres mundiales: médico y docente que antepone el deporte

Corrió en tres mundiales: médico y docente que antepone el deporte

Nahuel Luengo, corredor de trail y carreras de montaña oriundo de Mar del Plata, combina su carrera como médico y docente universitario con la participación en tres Mundiales de trail. Estudió Medicina en La Habana, Camagüey y en Madrid, nunca dejó de competir y hoy prioriza el entrenamiento como filosofía de vida.

A los 17 años dejó Argentina para formarse en Cuba y España; se doctoró en Madrid y, pese a las exigencias académicas, mantuvo la competición como eje central de su rutina. Su vida profesional transcurre entre un hospital, la docencia y las carreras de montaña.

Sobre la organización del tiempo, Luengo explica que entrena desde los ocho años y que el deporte es su prioridad: “Primero salgo a correr y después organizo el resto”. Con dos hijos, suele ejercitarse antes de llevarlos al colegio y afirma que el tiempo “se construye”, aunque en ocasiones tuvo que rechazar cargos importantes que chocaban con sus horarios de entrenamiento.

Su vínculo con la enseñanza nació cuando recibió una beca para estudiar en el exterior. Aunque la titulación más codiciada era Medicina, decidió formarse en la facultad de cultura física por las propuestas y la visión del deporte que allí encontró. Se define también como investigador y disfruta transmitir conocimientos: dicta materias como epistemología, teoría del conocimiento y entrenamiento deportivo de alto rendimiento, siempre conectadas con su experiencia en atletismo.

Luengo valora el intercambio con los alumnos y utiliza anécdotas para ejemplificar conceptos científicos: “Cuando hablo de los principios del entrenamiento uso la fisiología para que entiendan la homeostasis”, cuenta, y no rehúye recursos gráficos para explicar fenómenos extremos durante el esfuerzo.

Como atleta, compitió en pista —fue campeón nacional y participó en Panamericanos— y en montaña. Para él, lo que une ambas disciplinas es el concepto del deporte; lo que las separa es la incertidumbre: en pista los tiempos son predecibles, en trail factores como la nieve o el barro pueden cambiar por completo el rendimiento en un mismo circuito, como en el Cerro Bayo.

La adaptación al terreno implica preparación técnica y equipamiento adecuado. Luengo aplica métodos como el Fartlek y entrena en terrenos mixtos; como embajador de Salomon, utiliza tecnologías específicas para sesiones que combinan asfalto y ripio. Subraya que el trail exige prestar atención a los detalles y a la ropa y calzado adecuados.

En un tono más personal, recuerda su particular peinado: desde chico llevaba el pelo largo y, durante su paso por el exterior, adoptó rastas inspiradas en compañeros africanos. Esa etapa formó parte de su identidad como corredor.

Sobre la financiación del deporte, Luengo advirtió que las carreras de montaña reciben menos apoyo que las disciplinas olímpicas. En el Mundial de trail de 2018 destacó que su delegación tuvo que “luchar peso a peso” para llegar: muchos gastos corren por cuenta de los propios atletas y se solventan con rifas y eventos.

Su objetivo a corto plazo es volver a competir en un Mundial. “Quiero volver a un Mundial. Quiero acompañarlos en el proceso de vida, son mis dos grandes estandartes”, concluye, sintetizando su compromiso con el deporte y con quienes lo rodean.