Río de Janeiro propone vender el estadio Maracaná: plan oficial
La posible venta del Estadio Maracaná por parte del Estado de Río de Janeiro reavivó un intenso debate sobre la privatización de uno de los emblemas del fútbol mundial. El histórico recinto, escenario del Maracanazo de 1950 y de eventos como la final del Mundial 2014, los Juegos Olímpicos 2016 y el reciente cruce por la Copa Libertadores entre Racing y Flamengo, vuelve a estar en el centro de la polémica.
Inaugurado el 16 de junio de 1950, el Maracaná ha sido históricamente mantenido con fondos públicos: su construcción, reformas y mantenimiento corrían por cuenta de la Administración Estatal. En los últimos años, sin embargo, las cifras y la gestión encendieron las alarmas. Rodrigo Amorim, al defender el proyecto del gobernador Cláudio Castro (Partido Liberal) para vender 30 inmuebles estatales, aseguró que “el Gobierno invierte una fortuna en el mantenimiento del Maracaná, unos 160.000 euros por partido”.
Los impulsores de la iniciativa argumentan que la medida no busca solo recaudar, sino evitar gastos por abandono y reactivar esos espacios con un uso más productivo. El debate adquiere mayor urgencia en el marco de la situación fiscal del Estado: Río de Janeiro arrastra una deuda con el Gobierno Federal de 1.890 millones de euros que debe ser saldada en 2026 según el programa federal de reestructuración.
Pero la venta del icónico estadio enfrenta obstáculos legales. Actualmente el Maracaná forma parte de una concesión vigente hasta 2044, lo que complica una transferencia directa a la iniciativa privada. Para sortear esos impedimentos, el gobernador Cláudio Castro presentó el Proyecto de Ley Complementario 40/2025, que busca allanar la vía hacia una posible privatización.
¿Es viable la privatización total del Maracaná? La propuesta abrió una fuerte discusión en Brasil que mezcla patrimonio histórico, necesidad fiscal y el futuro de uno de los símbolos deportivos más reconocidos del planeta.
