Capilla San Agustín de Canning, corazón comunitario
Vecinos levantaron el templo; hoy es centro de fe, catequesis y obras sociales en Canning.

La capilla San Agustín se consolidó como referencia de la comunidad católica de Canning.
Su historia comenzó a principios de los 2000, cuando un grupo de vecinos buscó un lugar para reunirse y celebrar su fe.
Al principio las misas se hacían en una pequeña capilla del campo de deportes del Colegio Calasanz, con apoyo de los padres escolapios.
La intendencia cedió el terreno donde se colocó la piedra fundamental el 6 de diciembre de 2011.
En octubre de 2013 se instaló la cúpula, que se transformó en un símbolo visible del templo.
Durante la construcción, feligreses donaron materiales y trabajo voluntario. También se usaron espacios del Colegio Grilli para celebraciones temporales.
En 2015 la capilla se integró a la parroquia Nuestra Señora del Valle de Ezeiza.
El padre Gabriel Coon asumió la conducción pastoral en diciembre de 2016.
En 2017 se inauguró la casita parroquial, ampliando las actividades pastorales y comunitarias.
Hoy la capilla alberga celebraciones, catequesis y programas de servicio social. Más de 110 chicos participan de la catequesis, asistidos por seis catequistas.
Las celebraciones semanales incluyen adoración los miércoles y viernes. La misa principal es el domingo a las 11:30, precedida por el rezo del rosario y la adoración al Santísimo.
San Agustín forma parte de una red local de capillas y colabora con Cáritas en iniciativas de primera infancia y apoyo a familias vulnerables.
Ministras y voluntarios destacan el sentido de pertenencia que impulsa el crecimiento de la comunidad.
La capilla es hoy un espacio de encuentro que combina vida religiosa y trabajo social, construido por la propia comunidad de Canning.
