Consumo sigue en caída: ventas bajan en supermercados y mayoristas
Continúa la contracción del consumo: caen las ventas en supermercados y mayoristas
El consumo sigue mostrando señales de debilidad: las ventas en supermercados registraron una caída mensual desestacionalizada del 0,2% y acumulan seis meses consecutivos a la baja, mientras que las ventas mayoristas sufrieron la mayor caída mensual del año, con un descenso del 5,2% desestacionalizado. Estos retrocesos reflejan una contracción del consumo que se manifiesta tanto en cantidades vendidas como en la performance de distintos rubros.
En términos interanuales, las ventas en supermercados retrocedieron 0,8%, aunque el acumulado entre enero y septiembre todavía presenta un alza del 2,7%, atenuando parcialmente la caída reciente. No obstante, la evolución mensual prolonga la tendencia negativa en el consumo minorista.
La facturación del sector supermercadista aumentó 23,8% interanual a precios corrientes, un crecimiento que responde principalmente a actualizaciones de precios más que a un aumento en el volumen de ventas. Este fenómeno sugiere que la suba nominal no compensa la retracción en cantidades.
Por rubros, los mayores incrementos en la facturación a precios corrientes se observaron en Indumentaria y textiles (53,4%), Carnes (45,2%) y Alimentos preparados (35,2%), todos por encima del promedio sectorial. Estos segmentos mostraron mayor ajuste de precios frente a la caída en unidades comercializadas.
En cuanto a los medios de pago en supermercados, predominó el uso de tarjetas de crédito con 44,1% del total, seguido por débito con 26,4% y efectivo con 16,2%. Esta distribución refleja la creciente bancarización de las compras diarias.
El canal mayorista presentó un deterioro más marcado: la comparación interanual mostró una caída del 13,1%, y el acumulado enero-septiembre de 2025 se mantuvo en negativo, con una variación de -7,4%. Estos datos indican que el comercio mayorista sufrió una pérdida sostenida de actividad durante el periodo.
A precios corrientes, la facturación mayorista avanzó 7,9% interanual, un desempeño muy inferior al registrado en supermercados y que no alcanzó para compensar la baja en volumen. La diferencia entre el alza nominal y la caída en cantidades evidencia la presión inflacionaria sobre la facturación.
Dentro del segmento mayorista, los rubros que mostraron mayor dinamismo fueron Carnes con un aumento del 29,9% y Panadería con 15,6%, dos actividades que, a pesar del contexto general de retracción, mantuvieron cierto nivel de crecimiento en términos nominales.
El balance mensual confirma un escenario de consumo débil: caen las cantidades vendidas mientras las cifras de facturación suben principalmente por ajustes de precios. Esto deja a los sectores minorista y mayorista en una situación de fragilidad frente a la continuidad de la contracción.
Analistas del sector señalan que la combinación de menor demanda y precios en alza complica la recuperación del mercado interno, con efectos diferenciados según el canal de distribución y la composición del gasto de los hogares.
En resumen, la contracción del consumo se manifiesta en la caída sostenida de ventas en supermercados y en la fuerte retracción del comercio mayorista, con facturaciones que reflejan más inflación que recuperación en cantidades vendidas. La evolución de los próximos meses será clave para determinar si la tendencia se estabiliza o continúa profundizándose.
