La deuda familiar promedia $5,6 millones; mora llega a récord

La deuda familiar promedia $5,6 millones; mora llega a récord

El último informe del Banco Central revela que las familias argentinas alcanzaron un nivel récord de endeudamiento y, a la vez, disminuye su capacidad de pago.
El endeudamiento promedio por persona ya se ubica en 5,6 millones de pesos.
Ese monto representa un incremento interanual del 75%.
Al mismo tiempo, la morosidad de los hogares escaló hasta 7,3%, casi el triple que hace un año.
El detalle por tipo de prestador, incluido en el informe de Prestadores No Financieros, muestra cómo se compone esa deuda promedio.
De los 5,6 millones, 4,4 millones corresponden a créditos concedidos por bancos.
El restante 1,2 millones proviene de financiamiento no bancario: billeteras virtuales, fintech, supermercados y tarjetas de compra.
Precisamente, el segmento no bancario es el que exhibe el mayor dinamismo y también los mayores niveles de atraso.
El Informe sobre Bancos subraya que, en promedio, uno de cada 14 pesos prestados a las familias está en situación irregular.
Pero el panorama se agrava al observar los canales alternativos de crédito.
Las fintech registran una tasa de impago cercana al 20%.
Las billeteras virtuales muestran alrededor de 18% de mora.
La financiación para la compra de electrodomésticos alcanza picos de 27% de atraso.
Esos números evidencian que consumos básicos se están cubriendo mediante préstamos con condiciones financieras insostenibles.
Todo esto ocurre mientras el crédito al sector privado volvió a expandirse con fuerza en distintos rubros.
Los préstamos con garantía real, como hipotecarios y prendarios, sumaron más de 41.200 nuevos deudores en el último período.
Más familias acceden a financiación, pero también aumentan las que se retrasan en las cuotas.
El Banco Central califica este deterioro como “adicional” y advierte sobre su aceleración.
El fenómeno combina ingresos estancados, costos financieros elevados y una mayor oferta de crédito no tradicional.
La creciente participación de fintech y billeteras en el mercado de préstamos introduce riesgos específicos de morosidad.
Además, el crecimiento del endeudamiento plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de la demanda interna.
Si las familias destinan una mayor porción de sus ingresos al servicio de la deuda, se reduce su capacidad de consumo futuro.
El incremento de la mora, sobre todo en los segmentos de mayor crecimiento, podría presionar los balances de prestadores no bancarios.
A su vez, un empeoramiento amplio de la calidad crediticia afecta la estabilidad financiera y la confianza de los consumidores.
El escenario que dibuja el BCRA exige atención tanto de reguladores como de prestadores y hogares.
Controlar la expansión de crédito de riesgo y mejorar la capacidad de pago doméstica aparecen como desafíos clave.
Sin cambios en la dinámica actual, la combinación de mayor endeudamiento y niveles crecientes de morosidad puede profundizar tensiones económicas.