Murió Papúa Souto, clave en el llamado de Messi desde Monte Grande
Omar “Papúa” Souto, histórico gerente de Selecciones de la AFA y figura clave para que Lionel Messi vistiera la camiseta albiceleste, falleció este domingo. Conocido por su trabajo en el predio de Ezeiza y por el famoso llamado desde un locutorio de Monte Grande que derivó en la convocatoria de Messi a las juveniles, Souto fue despedido con mensajes de dolor en el mundo del fútbol.
La anécdota que marcaría el destino deportivo de Messi ocurrió en 2004, cuando se discutía si el joven talento jugaría para España o para Argentina. Souto relató que salió del predio de Ezeiza, fue a un locutorio en Monte Grande y pidió una guía telefónica de Rosario. La primera persona que localizó fue la abuela; ella le pasó el contacto del tío y éste, a su vez, le dio el número del padre. Al comunicarse, se presentó y explicó que querían contar con su hijo para la Selección, aunque en la llamada confundió el nombre —pensaba en Leonardo porque todos lo llamaban “Leo”— y terminó aclarando la intención de la AFA.
En declaraciones posteriores, Souto recordó además el contexto: en el Mundial Sub-20 de Nigeria el cuerpo técnico español había señalado a aquel joven del Barcelona como una figura por encima del resto, y Hugo Tocalli, entonces entrenador de juveniles, urgió en traerlo. A partir de esos contactos se organizó un amistoso exprés en la cancha de Argentinos Juniors, frente a un combinado de Paraguay, que sirvió para oficializar la convocatoria y consolidar el camino del rosarino con la albiceleste.
Durante décadas, Papúa fue una presencia constante en Ezeiza, donde se ganó el respeto y el cariño de múltiples generaciones de futbolistas. Para muchos fue una especie de padre adoptivo en el predio Lionel Messi, un vínculo que se evidenció en gestos como su inclusión en la foto familiar tras la Copa América 2021 y su aparición en videos alrededor de la premiación en Qatar 2022, conversando con Antonela Roccuzzo y los hijos del capitán.
Messi se sumó al recuerdo y la gratitud: “Siempre estuviste presente y fuiste la persona que abrió el camino para que la AFA se fijara en mí”, señaló el delantero, a quien definió como “un ser humano enorme, imposible de olvidar para todos los que tuvimos el privilegio de pasar por la Selección”.
La Asociación del Fútbol Argentino confirmó el fallecimiento y expresó en sus redes su pesar por la pérdida de uno de los referentes del predio: agradeció su compromiso y solidaridad con la albiceleste. Souto llevaba años enfrentando una enfermedad, pero no se alejó del lugar que consideraba su hogar; continuó acompañando a los planteles y manteniendo un vínculo cercano con cada camada que pasó por la Selección.
Su trayectoria está salpicada de anécdotas que muestran su carácter y su cercanía con las figuras del fútbol. Entre ellas, recordó haber prestado su saco a Carlos Bilardo en la presentación de Diego Maradona como entrenador; Bilardo no devolvió la prenda y quedó con las llaves del dirigente en el bolsillo. En los últimos tiempos, y tras su diagnóstico, dejó de viajar con las delegaciones, pero no abandonó su tarea en Ezeiza.
El año pasado conmovió a todos cuando se presentó en una práctica en silla de ruedas: Lionel Scaloni, Pablo Aimar y Walter Samuel detuvieron el entrenamiento para acercarse y abrazarlo. Esa imagen resume el afecto que despertó a lo largo de su carrera: una figura entrañable dentro de la estructura de la Selección Argentina.
Souto será recordado por su rol decisivo en la llegada de Messi a las juveniles, por su labor como gestor en la AFA y por el vínculo personal con jugadores y cuerpo técnico. Su muerte deja una marca profunda en el predio de Ezeiza y en el fútbol argentino, que hoy le rinde homenaje.
